miércoles, 26 de octubre de 2011

Indirectas.


Algo indirecto es algo que no va directamente a su fin, sino que da un rodeo. Es decir, algo indirecto es algo que en vez de ir en línea recta (y tomar el camino más directo) da una vuelta (toma un camino más largo), para finalmente llegar a su objetivo.
Pero en el caso del título, nos referimos a otras indirectas. Nos referimos a un medio utilizado para entender algo sin expresarlo con claridad. Eso quiere decir, que cuando decimos o hacemos algo de forma indirecta, intentamos dar a entender algo pero de forma no tan clara. Digo intentamos, porque no siempre se entiende.
Muchas veces las indirectas no se utilizan de forma adecuada, y la persona que la escucha no la interpreta bien y entiende otra cosa distinta, pudiendo llegar a conclusiones muy lejanas a lo que querías expresar.
Las confusiones creadas por indirectas pueden llegar a ser desagradables.
Las indirectas deben ser utilizadas con cuidado, porque puedes pasar de “me gusta hablar contigo, nos entendemos” a “mejor no hablar con esa persona, porque no me entiende”. En mi opinión las indirectas pueden llegar a ser muy útiles, y conseguir que no haya problemas entre personas, pero también pueden llegar a provocar que dos personas no se entiendan bien.
Utiliza bien las indirectas. Interpreta bien las indirectas.

viernes, 14 de octubre de 2011

Ilusionarse... ¿Para qué? todo acaba siendo una decepción...


Una ilusión es una esperanza sin fundamentos, es decir, sin principios o bases sobres los que apoyarse.
         Tener una ilusión significa tener la esperanza de algo sin una base. ¿Para qué ilusionarlos? La ilusión no puede tener futuro. ¿Cómo puedes construir una casa sin una base? ¿Cómo puedes defender algo si realmente no tienes algo por lo que merezca la pena defenderlo? ¿Cómo puedes ilusionarte por algo si no tiene ningún principio? Lo que acabas encontrándote es el final. Una decepción.
         Una decepción es una desilusión (des-ILUSIÓN) o pesar producidos por el conocimiento de algo que no es como se espera.  Esto quieres decir que una decepción es el sentimiento de pena que sientes porque algo ocurre como no esperabas.
Pongamos el caso de que una persona se ilusiona por algo. Quiere un final. Pero al no tener un principio, el final que obtiene puede ser muy distinto al que se esperaba. Por lo que la cosa acaba siendo una decepción.
Entonces volvemos a la pregunta ¿para qué ilusionarse?
Lo más probable es que te lleves una decepción. Aún así, siempre existe la posibilidad de que el final que tú deseas se cumpla. Esto es lo que lo hace especial.
Nos ilusionamos con las cosas, porque nuestro final esperado sucede poco, pero cuando sucede nos produce tal satisfacción que todas las decepciones que pueden haber ocurrido desaparecen.
Ilusionarte tiene sentido, porque cuando el final es igual al que queríamos, sientes una felicidad inigualable. Esa felicidad es tan especial que merece la pena arriesgarse a ilusionarse, aunque las posibilidades de éxito sean pocas.
Ilusiónate.